Carismática, talentosa y con una personalidad que cautiva, así es Luz Nehemí Luna Espinoza. Una profesional de la locución que sueña con el cese de la censura en los medios de comunicación para poder garantizar al público lo que realmente sucede en el país y el mundo. Nació en Caracas el 20 de abril de 1976.
Antes de convertirse en Comunicadora Social de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) en Guayana, Nehemí fue maestra en Colombia. Viajó a ese país en el 1993, recién graduada de Bachiller y recibió preparación para ser docente con un interesante sistema de educación colombiano que se hace a través de la radio.
“Yo no daba clases por radio, sino que le daba la clase a los chicos con el material que se impartía por la radio. En Colombia se puede ser Bachiller estudiando por radio y me entrené en una escuela que se manejaba con ese sistema”, explicó.
En diciembre de 1999 regresó a Venezuela y decidió estudiar Comunicación Social en la Ucab Guayana en el año 2000.
“Mis abuelos se vinieron hace muchos años para acá (Guayana) y comencé a venir por las vacaciones y después mi mamá se vino a trabajar. Como soy hija de padres divorciados en unas épocas vivía aquí y en otras en Caracas. Siempre bromeo y digo que soy Guayaqueña o Caranesa”, indicó.
Apasionada por la publicidad
Nehemí detalló que cuando comenzó a estudiar en la Ucab, también empezó a trabajar en una agencia de publicidad, un área que desde niña le apasiona. En esa empresa estuvo frente a varias coordinaciones hasta que la universidad le exigió más tiempo y tuvo que abandonar el empleo para dedicarse a la carrera.
“Desde niña me apasionaban muchísimo los medios de comunicación. Una tía me dice: Tú tienes que estudiar Comunicación Social. Es que yo era como el VHS (Sistema de Video Casero), Betamax o DVD de la casa, siempre estaba cantando, animando, agarrando un micrófono; un cepillo siempre era un micrófono”, detalló.
Asimismo, agregó que siempre jugaba en la cocina de su casa dando las instrucciones de cómo preparar la comida, siendo una motivación para convertirse en comunicadora social.
“Yo veía televisión con mis abuelos. Cuando iban los cortes comerciales él le bajaba volumen al televisor y yo le rogaba que por favor no lo cambiara o no le bajara volumen porque a mí me apasionaba ver las cuñas, cuando veía una revista me encantaba ver las publicidades. Para mí eran tan placentero el programa como la publicidad”, comentó.
Nehemí aseguró que le gusta recomendar cuando el producto es bueno, por lo que le parece fantástica la oportunidad que brindan los medios de comunicación para “conectar al público con el negocio”.
En radio y televisión
Cuando cursaba estudios en el primer semestre de Comunicación Social, uno de sus amigos que era productor musical en TV Guayana, le comentó que estaban buscando una chica para conducir un programa de televisión.
“Fui al casting y quedé. Allí estuve hasta la época del paro petrolero que el canal cerró sus operaciones más importantes y yo quedé desempleada”, puntualizó.
Nehemí añadió que cuando trabajó en la empresa de publicidad, que era muy reconocida en Guayana, tenían un cliente de nombre Héctor Bolívar que era el director de Unión Radio en la zona, con quién tuvo bastante empatía.
“Un día él se me queda mirando y me dice: '¿Nehe a ti no te gustaría trabajar en radio?', y yo le dijo: Señor Héctor, '¿usted cree que yo tengo talento para eso?', es que yo le tenía mucho respeto a la radio, y él me dijo: 'eso es probando', así que cuando quedo desempleada en la televisión recuerdo esas palabras y lo busqué”, refirió.
Casualmente, cuando logra ubicar al director de Unión Radio para ese entonces, buscaban a una persona para conducir un programa en La Mega, espacio radial de variedades con la irreverencia y frescura que caracteriza a esta emisora, para él que le hicieron el casting y a los 15 días ya estaba haciendo su primer programa que se llamó “La otra”.
Luego decide casarse y tuvo a su hija Alejandra Sayalero; al mismo tiempo en el que realizaba su tesis de grado, por lo que se sintió muy sobrecargada y optó por abandonar la radio hasta un año más tarde cuando vuelve a la cabina a llevar entretenimiento, información a través de las emisoras guayanesas.
“Cuando mi hija tenía un año hice un casting en News 105.3 y fue muy cómico porque hice la prueba en la mañana y la chica me preguntó: '¿puedes empezar hoy en la tarde?'. El programa se llamó Magazine en News”, aseveró.
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Después condujo “Luna de día” a través de Onda La Súper Estación, estando al frente de ese espacio radial, recibe en el 2007 la invitación para llevar el reconocido programa “Rumba suave” en Rumba donde tuvo cinco años. Una oportunidad que marcó un antes y un después en su carrera, por todos los aprendizajes y el crecimiento que obtuvo.
Luego se planteó un nuevo reto, estar en Éxitos 90.5. “Estar en Rumba era estar en las grandes ligas, igual que en Éxitos pero con un target un poco menos interactiva pero una audiencia mucho más exigente, fue un reto muy bonito porque era la radio en la que siempre quise trabajar y donde la música me encantaba”, relató.
Lo más difícil para Nehemí “es la censura” en la que están inmersos, factor que representa el reto más grande.
“Tener un show musical y que en la calle estén muriendo estudiantes, o hayan cambios importantes dentro de la política y tú no puedas hacer mención de ello”, expresó.
Nehemí comentó que la censura es la razón principal por la que hoy en día no está haciendo radio, sumando a que el aparato comercial está “golpeado”.
“Deseo que pudiéramos avanzar. Venezuela ha sido cuna de excelentes comunicadores sociales, tanto así que los estamos viendo cómo se desenvuelven en otros países, están en el top de los medios de comunicación. Estamos dando cátedra en el mundo hoy en día”, afirmó.
Con el doblaje
Luego por algunos cambios en la directiva de Unión Radio y la situación país, decidió dejó la radio por un tiempo y se dedicó al mundo del doblaje.
“Paralelamente a la radio, siempre he tenido asesorías comunicacionales, redacción y grabación de publicidad, todavía lo sigo haciendo”, indicó.
Su sueño es poder hacer doblajes para Disney o trabajar en una cadena importante como CNN.
Retos
Actualmente, está alejada de la radio pero se dedica al Marketing Digital, especializada en Mobiliaria.
“En el Marketing Digital en cierta forma también estás trabajando publicidad, ya que es promocionar una marca a través de contenidos”, detalló.
Para Nehemí cuando comenzó a trabajar en los medios de comunicación el reto mayor estuvo centrado en aprender a vender, debido a que la radio no tiene sueldo, porque “la radio vive de la publicidad”, por lo que tuvo que conocer diversas técnicas de venta, teniendo como aprendizaje mayor que “la mayor forma de vender es tener un excelente producto”.
Agregó que cuando se trabaja en medios y se está al aire, hay que desconectarse de los problemas personales porque es “el aquí y el ahora”, teniéndole respeto a la audiencia para dar productos de calidad, descubriendo qué es lo que le gusta al ser humano que se acerca a los medios, “proveerles eso con calidad, nivel y respeto”.
Puerto Ordaz
Al consultarle sobre su lugar favorito en Puerto Ordaz, sin titubear respondió que es La Llovizna. A su juicio, tener este emblema natural “es un privilegio que no tienen otros: un parque de caídas de agua en el corazón de la ciudad”.
Además resaltó que le encanta la vista que se disfruta “bajando por la avenida Las Américas a la altura del parque La Navidad que puedes ver los dos ríos, el Caroní y el Orinoco. Esa vista desde niña me ha parecido fabulosa toda la vida”.
Nehemí sigue soñando con una Venezuela “sin censura” para volver a llevar –a través de la radio- entretenimiento e información como el público se lo merece.
Por: José Manuel González / @josemagonzalezz
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