Talento, perseverancia y un deseo de triunfo intacto, son tan solo algunos de los ítems con los que definiríamos a la actriz guayanesa Ira Fronten.
Una simpática morena que nació en el estado Bolívar un 21 de diciembre, a quien sus padres llamaron Irma Medina, pero como nombre artístico decidió ser Ira Fronten, por sugerencia de un productor de moda argentino.
Cursó estudios en la Escuela Básica Nacional Guayana en La Gallina hasta el tercer grado y después formó parte de las filas de estudiantes de La Unidad Educativa Colegio Palúa. Mientras que la secundaria, la hizo en la Escuela Técnica Comercial Manuel Jara Colmenares.
Sus inicios como actriz fueron gracias a las instrucciones de la reconocida maestra Mariel Jaime Maza, quien organizó un desfile en "La Guacharaca", y mientras preparaba la actividad, daba lecciones de teatro.
Sin embargo, su desarrollo a nivel profesional comenzó en el Estudio Abierto de Buenos Aires, Argentina.
Decidió partir a otras latitudes porque la discriminaban por su color de piel, pero también por su ambición, ya que asegura que le gusta el lujo, la cultura y la buena vida, pero ganada con tesón y trabajo honesto.
Su decisión de partir fue después que la “sacaron sin explicación” del certamen de belleza más reconocido en el país, el Miss Venezuela 1993. Edición en la que resultó ganadora Minorka Mercado.
Fronten para ese entonces, era la representante del estado Delta Amacuro.
“Ya era una candidata oficial y un mes antes de la noche final, Joaquín Riviera pesó a todas las mises y yo tenía 400 gramos más, pero esa no era la excusa para sacarme porque la hija de Estelita del Llano era más gorda que yo, así como otras chicas que no sacaron porque eran hija de gente famosa, teniendo quizás uno o dos kilos más”, relató.
A su juicio su salida del grupo de aspirantes a la corona del concurso más afamado en Venezuela, “fue de un modo totalmente despiadado, una cosa que no se le hace a una chica así tan joven”.
“Fueron tan despiadados -pero tan despiadados- al llamarme y decirme: el señor Osmel Sousa le manda a decir que no está más en el concurso, que no se moleste en llamar porque no le van a atender”, expresó.
Eso, fue el detonante para que comenzara a pensar que “para ser alguien tenía que irme de mi país”, dijo decepcionada por el trato recibido en el Miss Venezuela, sobre todo por los sacrificios que tuvo que hacer para poder llegar al concurso.
“Intenté también hacer casting en Venevisión pero me dijeron que no trabajaban con negros, bueno me lo dijo la recepcionista las tres veces que fui”, aseveró.
Esta actriz bolivarense refirió, que más tarde llegó al país una compañía de espectáculos llamada Tihany Music Hall, la cual le permitió ir de gira por Colombia, Perú y otros países, siendo una “excusa” para salir de Venezuela, por no contar con los recursos para viajar al exterior o sacar su visa.
Con esta empresa trabajaba como modelo. Detalló que junto a otras chicas, salía en las escaleras con vestidos del siglo 15 para adornar el escenario. "Digamos escenografía viviente".
“Había intentado irme a Estados Unidos tres veces y me rechazaron la visa esas tres veces, entonces me fui con ese circo y cuando pude me instalé en Argentina a estudiar teatro porque sabía que allí se estudiaba buen teatro y quería ser actriz”, explicó.
En Argentina vivió siete años y ante la crisis que enfrentó ese país, decidió migrar a Colombia y trabajó en RCN Televisión. Fue presentadora del Miss Colombia 2005 y 2006.
“Conocí en Argentina a Gustavo Cisneros -el dueño de Venevisión- cuando inauguramos Much Music, un canal en el que trabajé, y él no quería que me despegara de él, esto alimenta la tesis del pueblo contra pueblo”, señaló.
Entre los trabajos más importantes de su carrera hasta ahora, resaltó la novela colombiana "Amor a la Plancha", el programa "El Gourmet.com" en el que fue presentadora. Así como también la película italiana "El Ministro".
Lo más difícil y fácil de irse de Venezuela
“Lo más difícil fue comenzar desde cero y mantener un estatus en cualquier lugar en el que me encuentre sin importar mi condición social. Lo más fácil conocer mi capacidad de adaptación y para relacionarme”, dijo.
Entre los sacrificios mencionó el hecho de irse de su tierra cuando sabes que el talento que posees, quizás es más apreciado en otros países y no en el tuyo.
“Quise estudiar teatro aquí en Venezuela pero fue imposible porque tampoco tenía quien me pagara los estudios”, indicó.
Fronten aseguró que no vivió una adolescencia normal, porque desde los 16 años tuvo que ayudar a su mamá y a sus hermanos a que estudiaran.
“Mi primer trabajo fue vender ollas Rena Ware, puerta a puerta. Después trabajé en Cosméticos La Económica para ayudar a mi mamá que se había quedado sola con 7 hijos pequeños”, indicó.
Asimismo, comentó que en este momento su vida, no tiene hijos porque se ha dedicado a su carrera, siendo otro sacrificio, por el hecho de mantenerse en forma, ya que trabaja como modelo y también como actriz.
“Otro sacrificio es no ver a tu mamá durante tantos años (10 para ser exactos), porque también he tenido mi crisis personales de vida y aquí en Venezuela han tenido las crisis personales, de país, entonces se juntan esas dos cosas y hemos sacrificado lo poco que tenemos para sobrevivir y salir adelante”, puntualizó.
Fronten expresó que ha invertido todo lo que tiene en su carrera y su futuro. Espera que Dios le permita recoger lo que ha sembrado.
“He ido por el camino de la preparación, la paciencia y la determinación, porque los caminos fáciles nunca me han gustado”, aseguró.
Su amada Guayana
En entrevista para Soy Puerto Ordaz detalló que extraña a su tierra, su amada Guayana, así como la ternura de su madre, la vegetación de este terruño bolivarense y una siesta debajo de una mata de coco en un patio de tierra.
Al consultarle sobre cuál era su lugar favorito de Puerto Ordaz, sin titubeo respondió: “Entre Puerto Ordaz y San Felix: La Llovizna”.
Fronten está radicada actualmente en Italia, pero con el corazón en Ciudad Guayana, siempre con el deseo de aportar algo a su país. Es ese el motivo que la llevó a decidir regresar a Venezuela, durante el primer trimestre de 2019.
“Venezuela nos necesita, y Venezuela son nuestros familiares, vecinos, amigos, cada quien debe contribuir a embellecer esta hermosa tierra, bendecida por Dios y que nos ha dado tanto”, agregó.
En El Salto de los Ángeles
Fronten fue invitada a la grabación de la película que se graba en Guayana, “El Salto de los Ángeles”.
“La película es una ventana en la cual vi la posibilidad de aportar mi granito de arena”, añadió.
El Salto de los Ángeles, es una proyecto audiovisual que está bajo la dirección y autoría es de José Miguel Zamora, representante de la Fundación sin fines de lucro La Chispa Film.
Fronten personificará a Indira, la madre del protagonista.
Esta es la primera película que la exitosa guayanesa hace en su país.
Al preguntarle sobre cómo veía al semillero de futuras promesas actorales en Guayana, por la cantidad de niños que participan, Fronten considera que tienen mucho potencial artístico, lo que les permitiría llegar a ser tan conocidos, incluso más que ella, porque “hay talento en Venezuela”.
Aunque desconoce si pueda volver para cuando se lleve a cabo el lanzamiento de la producción cinematográfica, confesó que regresar es algo que le encantaría.
Como mensaje a sus paisanos, los quiere inspirar a “sembrar, sembrar y sembrar lo que sea”, para que más adelante puedan recoger los frutos de ese empeño y trabajo. Además de eso, los exhorta a cuidar el ambiente y no contaminarlo.
Para quienes desean dedicarse a la actuación, los insta a “estudiar y ser honestos. No se puede ser actor si eres deshonesto, porque se te endurece el corazón, el actor debe tener corazón noble, capacidad para observar y escuchar el mundo y a las personas, porque nuestro trabajo consiste en aprender de los demás para poder darle voz a esos personajes”.
Redes sociales
Instagram: @ira_fronten
Twitter: @Irafronten
Facebook: Ira Fronten
Página web: www.irafronten.com (en elaboración)
Por: José Manuel González / @josemagonzalezz
コメント