Artemio está persiguiendo aventuras desde los 13 años. A esa edad, salió desde su hogar, el pueblo pemón Manak- Krü, donde vivía con su madre y sus tres hermanos, a estudiar en Maracaibo.
La tierra del sol amado le dio la oportunidad de terminar su bachillerato, mientras que en Mérida prestó Servicio Militar.
Su hermana mayor, siempre ha tenido un particular poder de convencimiento sobre el protagonista de esta historia y le insistió que estudiara Educación en la Universidad Católica Andrés Bello Guayana.
Lo convenció y desde ese entonces, recorre largas distancias dentro del estado Bolívar para cumplir con sus compromisos profesionales y estar en contacto con su familia.
Pero el licenciado Artemio no educa de manera convencional, pasando asistencia y planificando evaluaciones de primer, segundo y tercer lapso. Su intención es llevar un mensaje a través del arte.
“Muraleja me da la oportunidad de cruzar la frontera y pasar por mi casa”, revela a Soy Puerto Ordaz.
¿Por qué pintar murales en la ciudad?
“Me llamaba la atención los paredones con mensajes políticos”, refiere.
Artemio Fierro es egresado de la Ucab Guayana en Educación Integral y aunque no siempre confió en sus habilidades, reconoce que era un dibujante aficionado.
Recuerda especialmente a una compañera de la universidad de la cual recibió motivación. Se llamaba Cristin Silva y falleció en 2010.
El artista se planteó que no solo iba a pintar, sino que cada obra tenía que tener una intención.
Hace unos ocho años, en 2011, su proyecto artístico y social, tan solo era una idea. En 2012, lo planificó y en 2013 se puso manos a la obra y tomó cuerpo Muraleja: murales con conciencia.
En esos años, participó en un programa de liderazgo de la universidad (Ausjal) que le brindó las herramientas necesarias tomar este rumbo.
¿De dónde nació el nombre Muraleja?
Estuvimos reunidos, con el equipo que me acompañaba en ese tiempo e hicimos un juego de palabras. Murales, moraleja y nació Muraleja: arte para crear conciencia ciudadana.
¿Cuándo hiciste tu primer mural?
Ahora que lo pienso, fue mientras hacía Servicio Militar en Mérida, pero por algo fortuito. No como Muraleja. Con el proyecto fue en la redoma de Chilemex con la comunidad de Campo Rojo. La idea era sacarlos y mostrar su talento en otra parte, dejar a un lado esas diferencias que hay de San Félix y Puerto Ordaz. Nosotros de Puerto Ordaz, fuimos con el proyecto a San Félix y ellos de San Félix vinieron a pintar en Puerto Ordaz. Era una idea innovadora en ese momento.
Pero Muraleja no es Artemio Fierro en solitario, siempre está acompañado por un equipo; otros jóvenes cuyas identidades han cambiado con el tiempo y que tienen el mismo interés de causar un impacto social en la ciudad.
“Los muchachos han ido buscando su camino y desarrollo profesional”, aclara el educador.
Actualmente, trabaja de la mano con Yesika Bermúdez del departamento de cultura de Ferrominera.
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¿Cómo es trabajar con Muraleja?
Es hacer incluso dos proyectos a la vez. Es un trabajo que implica una logística de dinero, tiempo y esfuerzo, recursos que dependen de la cantidad de personas involucradas y el tamaño del proyecto.
¿Llevas la cuenta de cuántos murales llevan?
Con Muraleja, alrededor de 100. Míos, al menos 50.
La “hija de Artemio” también ha estado en la mira de organizaciones locales. ¿Cómo decides con quién involucrarte a trabajar?
Hemos mantenido criterios. Somos apolíticos, laicos. No profesamos ninguna religión ni partido, por lo que nos mantenemos a raya de las intenciones de las organizaciones. Nuestros valores son: ciudadanía, respeto, derechos humanos y para trabajar juntos debemos compartirlos.
¿Cómo visualizas el futuro del proyecto?
“La visión es una red sólida internacional y se está logrando. La Universidad de Roraima (Boa Vista) nos han contactado para hacer murales en varias oportunidades y los hemos hecho. Estamos en la mira de organismos como la ONU, Acnur, estamos trabajando para lograr algo”.
Artemio, tuvo la oportunidad de participar en un concurso convocado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
“Una profesora me envió el enlace y para estar allí, debía ser una obra nueva, de autoría y en ese momento yo no tenía ni pintura. Al mismo tiempo me enteré del caso de Jamie, entonces ya había dos objetivos”.
“Yo no la conocía y me puse a investigar. Hice un llamado en Facebook a los gremios y la visibilidad del caso, al menos se logró”.
A los tres meses, el influencer venezolano Marko Musica hizo mención del caso y Jamie junto a su familia viajaron a Europa para hacerse el tratamiento.
“El BID quedó en segundo plano. No gané el premio de $200 que era para Jamie, pero aún así me sentí realizado, logramos el objetivo de visibilizar su caso.”
De esta historia quedó una huella en la ciudad en la que todos quieren tomarse una fotografía. “Las alas de Artemio” o “las alas de Jamie” están en la avenida Paseo Caroní con otros murales del aritsta.
“Ese es mi lugar favorito de la ciudad”, dijo. Adelantó que se convertirá en el Paseo de la alegría próximamente, en una sesión fotográfica en la que se unirán a Guayayasos.
Lo que viene
La red social Facebook ha sido una herramienta importante para los proyectos de Artemio. Allí muestra su arte y hace sus convocatorias. Recientemente hizo una muy curiosa que superó sus expectativas.
“Estaba escuchando Canserbero y publiqué que quería hacerle un homenaje y simplemente eso explotó. Me sorprendió el efecto”.
Sus seguidores comenzaron a comentarle y se tomaron en serio su estado en la red social. Se unió a la idea la productora Carolina Rodríguez y además, su publicación alcanzó a profesionales “top” del rap.
Fierro se siente emocionado porque por primera vez habrá un evento con este gremio musical en Guayana. “Será una combinación de talento, mientras ellos hacen rap, yo estaré haciendo un mural”.
Esta actividad se desarrollará en el Centro Cívico de Puerto Ordaz con 25 muchachos de diferentes sectores (25 de Marzo, Vista al Sol, Core 8, Unare, Manoa), que demostrarán de qué están hechos.
Previamente, habrá unos talleres de formación en comunicación, producción, oratoria, identidad, redes sociales, derechos humanos, entre otros temas, para que los participantes no solo disfruten de la música, sino que se lleven un mensaje, lo cual siempre ha sido la intención de Artemio.
Por: Leonervis Hernández / @leonervis
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