A Ricardo no le gustan las telenovelas, pero confiesa que le hubiese gustado trabajar con José Ignacio Cabrujas, porque le parece inteligente.
El jefe de información y narrador de noticias de El Noticiero, transmitido por Televen, Ricardo Salmerón, construyó un nombre, ganó credibilidad y reconocimiento gracias a su labor como periodista que ha desempeñado durante 22 años.
Son pocos los venezolanos que conocen la otra pasión de este comunicador social. Ocasionalmente, Ricardo guarda la corbata y deja a un lado la formalidad para subirse a las tablas y actuar.
Aclara que no se considera actor y que solo “hace teatro” porque no se dedica a actuar, sino a hacer periodismo.
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El presentador dice que respeta el trabajo de los actores y a su juicio sería “muy pretencioso” considerarse actor.
Pese a esto y sin desparpajo, Salmerón deja por sentado que cuenta con formación en el área actoral y que inició cuando estudiaba en la Universidad Central de Venezuela (UCV), al inscribirse en el Teatro Universitario para Niños El Chichón.
Durante esa época recibió varios talleres formativos de dicción, expresión corporal, baile y creación de personajes.
Desea ser villano
Salmerón manifestó su deseo por personificar a un villano y considera que entre la televisión, cine y teatro, este último es el mejor escenario para hacerlo realidad.
Confiesa que no le gustan las telenovelas. De hecho, sobre las "narco series", refiere que no le llaman la atención y que nunca ha visto ninguna. Señala que si pueden ser utilizadas para prevenir sobre el daño que puede causar un narcotraficante o el consumo de droga, “sería genial”.
Esta postura no le impide hablar sobre la telenovela ideal y refiere que las realizadas por el dramaturgo, José Ignacio Cabrujas, “eran muy buenas y con un estilo diferente”.
En sus preferencias añade a la cubana, Delia Fiallo, quien a su juicio, “escribía telenovelas muy interesantes; a pesar de que eran unas tramas muy rosas, dejaban una enseñanza en la población”.
Sobre la posibilidad de convertirse en el galán de un dramático en la pantalla chica, lo asume con una carcajada, “no creo, pero como para todo hay público, uno no pierde la esperanza”.
En caso de haber hecho carrera como actor, trabajar en una telenovela y escoger al dramaturgo, a Ricardo le hubiese encantado elegir a Cabrujas porque le parece “un escritor muy inteligente”.
Construyó un personaje
Sobre la diferencia entre el teatro y el estudio de El Noticiero, Salmerón alega que ambos espacios le han permitido construir personajes diferentes a lo largo del tiempo.
Cada uno lo diferencia por la forma de expresión, pero su responsabilidad es transmitir credibilidad, sentimientos y emociones al televidente y espectador.
“Son tareas distintas, pero parten de eso mismo, de la conexión que tú puedas establecer con el televidente o con el espectador. Esa magia tienes que tenerla y debes saber llevarla a tu público”.
Crisis en la industria audiovisual
Salmerón considera que para quienes se dedican a la actuación, “debe ser terrible el no tener la posibilidad de realizar telenovelas”, debido a la crisis que atraviesa la televisión venezolana.
Recuerda la época de oro que vivió la industria audiovisual criolla y explica que anteriormente se realizaban cuatro telenovelas de manera simultánea.
“Recuerdo que hacían una al mediodía, dos en la noche y a las 6:00 de la tarde había una serie juvenil. Evidentemente había un mercado de trabajo muy importante para los actores y eso ha ido desapareciendo”, lamenta.
Para Salmerón, esto ha llevado a hacer uso de muchísima creatividad con el fin de sacar adelante, “buenos programas, como se están haciendo en algunos casos, con presupuestos que pueden estar un tanto limitados”.
Destaca que la crisis que vive la televisión es “a todo nivel”, reflejo de eso son los programas que han salido del aire y el bajo presupuesto de las producciones.
Mantiene sus valores
En sus redes sociales se define como “honesto y buena gente”.
Asegura que sus padres y abuelos le enseñaron en casa, principios que mantiene vigentes en medio de la sociedad actual, que carece de estructura familiar y está marcada por la ausencia de promoción de valores humanos y sociales.
Manifiesta que las sociedades van cambiando y que, “los valores de cada ser humano son personales y eso no cambia. Por más situaciones que sucedan en el mundo”. Ante esto, Salmerón le agradece a Dios por su familia y por la educación que recibió.
A pesar de ser una figura pública y utilizar la red social Instagram para postear contenidos con mensajes positivos para sus seguidores, su vida está muy lejos de ser perfecta.
Sentencia que tiene días malos, pero que la clave está en no engancharse en el problema y que, “así como la felicidad es de ratico, los problemas también lo son”.
Son muchas las batallas que afronta con una gran sonrisa, se puede decir que unas de las más difíciles que le ha tocado vivir, es la migración de sus seres amados por la situación actual que vive Venezuela.
Aunque para Salmerón es “bastante difícil”, agradece la existencia de herramientas tecnológicas que le permiten estar cerca de esas personas.
Con colaboración de Carlos Berroterán / @_berroteranc.
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