Este domingo millones de católicos acuden a las iglesias a bendecir sus palmas. En este artículo te explicamos todos los detalles de esta festividad.
Con la celebración de Domingo de Ramos comienza oficialmente la Semana Santa. En este día la iglesia católica recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías y lo recibió con palmas y ramos de olivo.
Los fieles que participan en la procesión, que data del siglo IV en Jerusalén, deben llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar cantos. Los sacerdotes también llevan ramos y van delante guiando a los fieles.
Los fieles acostumbran colocar las palmas, ya bendecidas, junto a las cruces, en altares o cuadros religiosos que hay en sus hogares como recuerdo de la victoria pascual de Jesús. En muchos lugares, estas palmas se convierten además en manifestaciones interesantes de arte.
El color litúrgico del Domingo de Ramos es el rojo, debido a que se celebra la Pasión de Cristo.
La ceremonia
Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa y la lectura del relato de la Pasión durante la Eucaristía.
Además, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la de Jerusalén y la de Roma.
En la tradición litúrgica de Jerusalén se recuerda el gesto profético de Jesús siendo aclamado al ingresar como Rey de Paz y el Mesías y después condenado para el cumplimiento de las profecías.
El Evangelio de San Mateo narra que la gente alfombraba el camino por el que pasaría Cristo y gritaba: "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".
Los fieles que participan en la procesión, tradición que data del siglo IV en Jerusalén, deben llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar cantos adecuados. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben marchar delante del pueblo.
La bendición de los ramos y palmas tiene lugar antes de la procesión. También se debe instruir a los fieles cristianos a que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, los ramos bendecidos como recuerdo de la victoria pascual del Señor Jesús.
La segunda tradición litúrgica es la de Roma, la cual nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo, anticipando la proclamación del misterio en el Evangelio de Mateo (26:14-27:66).
Para el bien espiritual de los fieles, conviene que se lea por entero la narración de la Pasión y que no se omitan las lecturas que la preceden. Terminada la lectura de la Pasión no debe omitirse la homilía.
Con información de Aci Prensa.
Yorumlar