El exlocutor de Rumba y voz principal del espacio “De vuelta a casa” se confiesa y habla sobre su salida de la radio
El “poco valor al trabajo realizado y la mala remuneración económica” aceleraron la salida del carismático y dinámico locutor Carlos Wars, de la estación radial Rumba, y a un año de ausencia delante del micrófono, la pregunta que más le hacen es: “¿planeas volver a la radio?”, pero con una carcajada responde, “sí, pero escucho la radio actual y se me pasa”.
A pesar de esto y con firmeza, asegura que tiene planes de retomar la cabina de radio y el micrófono, pero ahora la situación se tornará diferente y es que pondrá las cartas sobre la mesa y, será él quien proponga términos y condiciones a los directivos de las emisoras que estén interesados en su talento.
Trabajar en radio nunca estuvo en sus planes y mientras acompañaba a un amigo a hacer un casting que convocó una estación de radio, una persona lo escuchó hablar y le propuso grabar porque “su voz es agradable para radio”. Su amigo nunca recibió la llamada y a él le abrieron las puertas en la industria.
Carlos asegura que era un ignorante en la materia, pero tomó la decisión de estudiar y capacitarse para conocer todo lo referente a la radio y aunque durante tres años estuvo en Rumba, manifiesta que, “siento un montón de cosas, una parte de mi necesita estar frente al micrófono, pero la otra parte está feliz de no estar en un medio que muchas veces es ingrato y desleal internamente”.
El nombre de Carlos Wars desde hace un año ya no suena en ningún medio de comunicación y sobre cómo hace para mantenerlo vigente y no quedar en el olvido, afirma que solo tiene que conservar su esencia para preservar la conexión con los que un día fueron su audiencia.
Sentencia que el mayor aprendizaje que le dejó la radio es la “solidaridad”. A su juicio, cree que esa es la clave para construir una mejor sociedad.
Sobre las anécdotas en cabina, y con una carcajada, recuerda que en el año 2014 desmembraron a un cunaguaro en el Parque Cachamay, en Puerto Ordaz, y mientras narraba en vivo hacía referencia a “un canguro”, dando la información errada.
Quiere un espacio que aporte algo positivo a la sociedad
Luego de su salida de Rumba, Carlos afirma que existe “rencor en los directivos de la emisora” y que la relación quedó totalmente “fracturada”, también dejó claro que “la directiva” fue la piedra de tranca para evolucionar como profesional.
A pesar de sus contundentes declaraciones, Carlos no cierra la posibilidad de volver con un espacio a Rumba, pero si los directivos quieren su talento tendrán que aceptar sus condiciones y exigencias. Así, posiblemente, se plantee la idea de hacer radio innovadora, actualizada, con sentido y contenido social.
“Hay mucha gente que cree en esas voces que tienen años al aire ahí, pero también hay mucha gente que critica esas voces que tienen más de 20 años al aire. A fin de cuentas pasan tres horas durante los cinco días de la semana hablando y hablando y te das cuenta que no dejan nada bueno a la sociedad”, dijo.
A juicio de Carlos Wars, las personas que se dedican a este oficio deben entender que, “los que escuchan la radio, no la prenden para escuchar noticias negativas, prenden la radio para escuchar buena música y buenos comentarios. Ya la gente no quiere escuchar el desastre que hay, son cosas muy importantes y la radio está para eso, para recibir ese tipo de denuncias, pero hay que cambiarlo, transformar lo negativo en algo positivo, pero nos enfocamos en lo malo y no en lo positivo que puede ser, nos enfocamos en dar problemas y no dar soluciones”.
Carlos refiere que en Ciudad Guayana existían emisoras que seguían este patrón, pero reconoció que sus directivos se dieron cuenta del “error” y cambiaron para aportar soluciones a la sociedad enfocándose en lo positivo y espera algún día formar parte de sus filas.
Afectos en México
“Todos o nada” fue lo que se plantearon los exlocutores de Rumba, Jeni León, Anelaine Blanco, Frankduarlt Franceschi y Carlos Wars, al abrirse las puertas para incursionar en emisoras aztecas, pero no todo salió como estaba planeado y, le tocó seguir aportando cosas positivas a Venezuela.
“Los venezolanos somos agradados en ese país, y sé que cuando tome la decisión de irme es porque también hay algo grande para mi allá. Por ahora seguiré aquí convencido que hay mucho más en Venezuela”.
De locutor a empresario
Mientras el éxito acariciaba a sus compañeros y los consagraba en el difícil y exigente mercado mexicano, Carlos tomó la decisión de convertirse en empresario y dueño de su propio negocio de comida rápida en Puerto Ordaz y lo bautizó como “Wars 286”.
“Ahora estoy concentrado en consolidar mi negocio, ya tenemos un año con la marca y queremos expandirla muy pronto en la región”, continua, “estoy feliz, rodeado de gente feliz y buena comida. Es la mejor decisión que he tenido en mi vida hasta ahora”.
Siente esperanza de ver al país alegre
Uno de los países que cuentan con impresionantes escenarios naturales y paisajes es Venezuela, el estado Bolívar no escapa de esta realidad y cuenta con deslumbrantes lugares, pero Carlos encontró en la sencillez su lugar especial que tiene -para él- un gran significado espiritual.
“Hay muchos lugares que me encantan de Puerto Ordaz, uno que me fascina es la zona dónde está la Cruz del Papa porque simboliza para mí la fe y esperanza de un país que un día inundará las calles de alegría como aquel día que el Papa nos visitó”, indicó.
De esta manera, invitó a los guayaneses a ir a este sitio para reencontrarse con el sentir y la esencia de ser venezolanos.
Con colaboración de Carlos Berroterán / @_berroteranc.
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