David Bracamonte, aunque rebelde desde joven, siempre fue un apasionado por los deportes y sabía que debía dedicarse a algo que se relacionara con los hits, los rebotes y regates.
David nació en Caracas, pero desde los siete años se mudó a Barquisimeto, lo que le ha hecho ganar el apodo de “El Guaro”. Al graduarse de bachiller (1999) se muda a Ciudad Guayana, que en ese momento se daba a conocer como una zona en crecimiento económico.
Su estadía duró poco más de dos años, debido a que se fue a estudiar inglés a Estados Unidos y cuando volvió se mudó a lo que él llama el mejor pueblo del mundo: Santa Elena de Uairén: “Yo llegué y quedé flechado”.
Eso fue a principio de los 2000. “El Guaro” se levantaba y veía los tepuyes desde su ventana, mientras tomaba café y todo el mundo se conocía. El mayor peligro era encontrarse con una culebra o un danto.
Carrera universitaria
Sus padres terminaron migrando a EE.UU., pero David se quedó en Puerto Ordaz, para estudiar Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
El joven David chocó con la realidad de la calidad educativa de la universidad. “Los profesores eran uno más fenómeno que el otro, el que menos experiencia tenía, ejercía desde hace 20 años. Sentí que no sabía nada del mundo”.
Admite que al inicio fue complicado, pero con el tiempo le agarró el ritmo al periodismo. “Gracias a Dios por todos los profesores que tuve, eran muy buenos todos”.
Sus primeros pasos en el campo laboral los dio en el Correo del Caroní, mientras estudiaba el 8vo semestre. Hizo unas vacaciones y cubrió béisbol; luego volvió en el 9no semestre, también escribiendo del mismo deporte. Esa oportunidad, hizo que el universitario se enganchara al periodismo deportivo.
Posteriormente, sus colegas Teodoro Jansen y Fabiana Dos Reis, le brindaron la oportunidad en un nuevo medio de comunicación de la ciudad. Fue a la entrevista y comenzó a trabajar en Primicia, redactando sobre baloncesto, voleibol y otras disciplinas deportivas.
Esta experiencia fue gratificante para el comunicador social, porque vivió cómo nace un periódico desde cero, “el porqué de cada cosa”.
Nueva etapa: emprendimiento
Entre ambos trabajos, suman tres años de experiencia, de la cual le quedaron muchos contactos que espera usar en algún momento para un nuevo proyecto. “Esa etapa la viví, la disfruté muchísimo, pero evolucioné y casi todo mi tiempo y búsqueda de conocimiento está en el Marketing Digital”.
En estas nuevas aguas, se lanzó con su esposa, (también periodista), Desiré Ramos en 2014. Ambos son líderes de Guayoyo Publicidad.
Sobre cómo llevar un negocio con su esposa, responde: “Primeramente Dios, es la regla de la casa, después negocios y todo lo demás”, aclara.
David ya estaba ligado a las redes sociales por su trabajo como periodista deportivo y notó como el mundo estaba apuntando hacia esta área y que allí estaba el futuro, así que decidió prepararse y tomar varios cursos, para abrir su propia empresa. En paralelo, los dos hacían radio en diferentes estaciones radiales de la ciudad.
En principio, comenzaron desde casa, también les tocó compartir oficina con Grupo Apok, a quienes consideran aliados, al igual que Arepa Radio. “Llegamos a manejar 15 cuentas y al final, todos se convirtieron en grandes amistades”.
Crecimiento a Estados Unidos y Chile
En 2016, su hermana desde EE.UU. le pide ayuda en el diseño de su logo, papelería, página web y redes sociales; desde allí llegaron más clientes de ese país, lo que hizo que abriera una sucursal allá.
Aunado a esto, cada vez se hacía más difícil la vida en Venezuela, no podían conseguir medicamentos para sus hijas y decidieron mudarse a Concepción, Chile.
Ahora tienen cinco años constituidos como empresa con sede en EE.UU. y Chile, adaptándose a las nuevas tendencias del marketing digital y a las exigencias de sus clientes.
Destaca como uno de los logros, firmar recientemente con LifeWay Español, una imprenta cristiana con más de 125 años en Estados Unidos y ahora se encargarán de su incursión en el mundo digital.
Otro proyecto clave para David es la revista Hispanos Emprendedores, en la que cuentan historias e informa sobre este sector en Estados Unidos (impresa) y Chile (digital), pero está dirigida al público latino. Pronto se expanderán de Tenesse a Michigan y en unos dos años a Inglaterra.
“La idea es tener en todas las ciudades posibles, donde las podamos tener como mínimo dos personas que escriban y tomen la foto, porque el sistema ya está creado. Lo que falta son los generadores de contenido, la idea es franquiciar la revista y poder conectar emprendedores de todo el mundo. Estamos muy claros que todo es poco a poco y de la mano de Dios siempre”, expresa.
A futuro, espera tener un mayor crecimiento con sus empresas y con los cursos de marketing digital. Además, sueña con llevar toda la información sobre emprendimiento que está tan avanzada en Chile, a su país natal: Venezuela.
“Guayana fue demasiado bondadosa. Mi universidad, mis amigos, mi esposa, mis hijas, mis primeras experiencias laborales. Todo se lo agradezco a Guayana”, recalca el empresario.
De hecho, aspira estar en una mesa redonda con varios profesionales, pensando en cómo reconstruir la imagen de la ciudad para devolverle ese estatus de pertenencia que merece y en ese viaje, pasar y darse un gusto con unas cocadas de la Avenida Las Américas.
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