Daniel desde que era un niño en Ciudad Guayana, supo que quería ser periodista deportivo de una cadena de televisión grande y actualmente cumple su sueño en Miami, Estados Unidos, sintiendo una nostalgia por el Cachamay.
Próximo a cumplir 29 años, es productor y talento de Univisión Deportes (ahora TUDN en una fusión con Televisa Deportes), pero no sin antes tocar muchas puertas en búsqueda de la oportunidad que deseaba.
Para él, este esfuerzo no es ajeno. La familia Nohra Zakia llegó muy joven a Ciudad Guayana después de la guerra civil en el Líbano, así que por su sangre corren esas ganas de salir adelante.
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Su papá comenzó vendiendo calzado y finalmente se estableció con una ferretería que aún funciona en San Félix. Su mamá siempre acompañó a su padre en los negocios, hasta el deceso de este. Ahora ella se ha dedicado más al hogar y el hermano mayor de Daniel se ha hecho cargo del negocio familiar.
Estando tan relacionados al comercio, fue todo un reto para este joven guayanés demostrar que su talento estaba en las comunicaciones deportivas y no en ser precisamente quien “tomaría la batuta” en el negocio familiar.
Al debutar a corta edad, su familia se convenció y lo apoyó en todo lo que se propuso. “No hubo restricciones”.
Comienzos
Nohra hace hincapié en el apoyo que tuvo de Gerardo Izzo, quién después de dedicarse al fútbol y ser gerente general de Mineros de Guayana, trabajó como comentarista deportivo en las transmisiones de los partidos.
“Comenzaron dándome unos minutos y poco a poco más, yo apenas tenía 15 años. Luego de allí me brindó la oportunidad de estar en Orinoco Televisión para el mundial Alemania 2006”, revela.
En ese momento había mucho recelo por emplear a un muchacho de apenas 15 años, temor de que saliera un error al aire.
“Los nervios siempre están presentes, pero después de los primeros minutos del partido, todo fluye. Me fue tan bien, que narré el primer juego y la final, los dos partidos más importantes en ese momento y así me fui ganando el apoyo de los demás”.
En paralelo, el muchacho estudiaba bachillerato en el Colegio Loyola Gumilla y luchaba por sacar adelante física. “No se me va a olvidar que mientras yo estaba narrando, también presentaba física”.
Pero esta no había sido su primera experiencia ligada a las transmisiones deportivas. Cuando apenas tenía 11 años, Daniel también dio cobertura al Mundial de Corea Japón en un espacio con el locutor Carlos Guillén en Rumba 98.1 fm.
Visión y pasión
“Yo siempre supe, desde que tenía esa edad, que quería estudiar Comunicación Social. Más allá del deporte, me encantan los noticieros, me gustaba mucho leer la prensa, comenzaba por los deportes claro, pero luego seguía leyendo todo lo demás”, sostiene.
Se inscribió para estudiar la carrera en la Universidad Católica Andrés Bello Guayana, mientras seguía aprendiendo en la radio, presentando el mundial Sudáfrica 2010 y Brasil 2014; para ese entonces su voz ya era familiar en la ciudad.
“Trabajé en ‘La Cuna del Fútbol’ un medio innovador para la época con el que pude estar de cerca en los partidos de Mineros de Guayana, directo en el estadio, tener allí a los protagonistas, puse la vena periodística a prueba”, señala el comunicador.
Con el equipo de primera división de la zona, Daniel encontró su gran pasión y a la vez aprendió a ser responsable, pues debía equilibrar la asistencia a la universidad con los partidos a los que tenía que ir como visitante. “Yo no quería demorarme en graduarme”.
Este ciclo lo recuerda con mucho cariño. “Con Mineros aprendí a ser periodista, nos abrimos al fútbol nacional por completo, te conviertes en referencia, te llaman de Caracas y hay que dejar de un lado el color y el corazón, puedes amar mucho a Mineros pero si no lo han hecho bien, hay que decirlo”.
De hecho, afirma que el único lugar que añora de Puerto Ordaz es el estadio Cachamay. “Veo fotos y me entra una nostalgia, tengo una obra guindada en mi apartamento. De todo lo vivido en el Cachamay, recuerdo casi 90 %”.
Tras el sueño americano
Una premisa que actualmente maneja como productor y presentador deportivo. Admite que a veces no le creen que no le importa el equipo que gane o no tiene preferencia entre un Real Madrid o el Barcelona, pero dice que aprendió a disfrutar el fútbol, sin tener que apostarle solo a un equipo a excepción de Mineros de Guayana.
Para alcanzar ese sueño que tenía desde niño tuvo que tocar varias puertas. En principio, buscó opciones en Caracas y luego decidió emigrar a los Estados Unidos en 2015.
“Es difícil empezar de cero porque Daniel el de Puerto Ordaz aquí no es nadie, repartí currículos en todos los medios, no solo deportivos, hasta que salió una oportunidad en Gol Tv como freelance”, detalla.
Allí estuvo trabajando desde abril 2016 a principios de 2018 y aunque era un buen trabajo, no le garantizaba una estabilidad económica necesaria. Daniel se fue a Estados Unidos, casado con otra joven de Puerto Ordaz, ingeniera industrial.
Para mantener ese sueño vivo en Miami, se dedicó a trabajar en Uber, una ocupación que le ayudó en su proceso de adaptación con las direcciones y el idioma. “Fue duro, pero me lo disfruté mientras seguía metiendo currículo”.
Para llegar directamente a donde está, usó la versión Premium de la red social LinkedIn y contactó a un productor de Univisión Deportes que le respondió tres meses después.
Hizo una entrevista, la cual pasó y comenzaría a trabajar una semana después, pero pasaron cuatro semanas sin respuesta. Insistió con otro contacto de la cadena, pero no hubo resultados.
Un año y medio después tuvo que esperar el periodista guayanés para recibir un correo con una vacante disponible en el canal. “Me puse a llorar”, admite.
En esta ocasión se dio cuenta que nuevamente le fue muy bien en la entrevista y aclaró que siempre ha querido trabajar como talento, pero que estaba conforme si comenzaba como productor.
Experiencia enriquecedora
Actualmente, hace ambas cosas desde junio 2017, transmitiendo para México y Estados Unidos.
Este empleo le ha permitido a Daniel trabajar en partidos de la Mayor League Soccer (MLS), Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas, entrevistar a venezolanos como José Altuve y Josef Martínez.
Además que comparte con comentaristas de la talle de Iván Zamorano y Hristo Stoichkov, cuya experiencia lo nutre día a día.
Daniel es ejemplo de que todos los esfuerzos, valen por su recompensa.
Por: Leonervis Hernández / @leonervis
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