Anriquelis Barrios entrena en Japón con el sueño de poner a Venezuela en el mapa del judo de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, encontrando en el camino el inesperado apoyo de Alex Ramírez, expelotero que se hizo estrella en el béisbol del país asiático.
Barrios, de padre y madre judocas, siente a sus 26 años que está en el momento justo para convertirse en atleta olímpica, para lo cual buscará sellar su clasificación en el primer trimestre de 2020. "Salgo a cada combate con la confianza de saber que puedo ganarle a cualquiera", comentó durante una entrevista con la AFP en Caracas.
Su ciclo hacia Tokio 2020 respalda esa expectativa, con medallas de oro en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, los Juegos Sudamericanos Cochabamba 2018 y los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, así como presea de plata en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Todas en la categoría de -63 kg.
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De larga cabellera rizada, Barrios vive y entrena en la Universidad de Tokai, a pocos minutos de Tokio por carretera, tras haber recibido una beca del sistema olímpico en marzo pasado.
Allí se prepara junto con la gran carta del judo venezolano, Elvismar Rodríguez, de 22 años, quien compitió en Rio de Janeiro 2016. "Ha sido una gran ayuda contar con ella (...), tener con quien hablar, nos apoyamos mucho", cuenta Barrios sobre su compañera, campeona en Santa Marta 2017, Barranquilla 2018 y Lima 2019 en la división de -70 kg.
Ambas nacieron en el minero estado Bolívar (sur), cuna del último medallista de oro olímpico de Venezuela, el esgrimista Rubén Limardo.
"Compartimos con él en la villa panamericana. Me dijo: 'Anriquelis, los únicos límites los pones tú'", relató Barrios. "Ha sido maravilloso estar con atletas como Rubén o Yulimar (Rojas). Son una inspiración para todos", agregó.
"Quiero ayudar"
El deporte no es inmune a la peor crisis económica en la historia moderna de Venezuela, agravada por sanciones de Estados Unidos. Esta situación ha secado las arcas estatales y limita el presupuesto para los atletas.
"No ha sido fácil", reconoce Barrios. En ese contexto, las candidatas olímpicas del judo venezolano encontraron respaldo de Alex Ramírez, conocido popularmente como 'Ramichán', un exgrandeliga que hizo historia en el béisbol japonés.
Tras militar con los Indios de Cleveland y los Piratas de Pittsburgh entre 1998 y 2000, Ramírez jugó 13 temporadas en Japón, convirtiéndose en el primer pelotero extranjero que alcanzó 2.000 hits en ese país.
"Es famosísimo allá. Es increíble. Una locura. Un día nos llamó y nos dijo: 'yo quiero ayudar'", relata Barrios sobre Ramírez, quien después de retirarse en 2014 alcanzó otro hito: ser el primer manager latinoamericano en el circuito profesional nipón.
Con su prestigio, el expelotero busca patrocinio para ayudar a financiar la aventura olímpica de las judocas.
Judo en el ADN
Barrios perdió la final en los Panamericanos de Lima-2019 contra la cubana Maylin Del Toro, tras derrotar en las semifinales a la brasileña Alexia Castilhos por ippon, una suerte de victoria fulminante.
Son dos de sus grandes rivales regionales. "No se pudo con la cubana, pero ya nos volveremos a ver, tal vez en Tokio 2020", comenta.
Barrios y Rodríguez están en zona de clasificación por sus posiciones en el escalafón mundial. "Es cuestión de mantenernos", dice.
Aunque en su niñez no le gustaba el judo, Anriquelis desarrolló esa pasión gracias a su padre, entrenador, y a su madre, atleta, quienes se conocieron y enamoraron en gimnasios de esta disciplina. Su vida ha transcurrido entre tatamis.
De hecho, soñaba con ser diseñadora, a lo que aún no renuncia.
Hoy se encuentra a las puertas de sus primeros Juegos Olímpicos. "A los 12 años me empecé a enamorar del judo y acá estoy", recuerda con una sonrisa.
Con información de AFP.
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